Piensa globalmente, actúa localmente...esta frase acuñada hace más de 40 años sigue más vigente que nunca y continua siendo un buen principio para sumar pequeños gestos que ayuden a salvar el planeta.
La campaña "la Hora del Planeta" promovida por WWF, es un claro ejemplo de este principio. Consiste en apagar la luz del planeta durante una hora al año, nos animan a que cada uno de nosotros, nuestras ciudades y las empresas apaguen sus luces para dar más luz a la Tierra, convirtiéndose en la mayor iniciativa mundial de movilización y concienciación a favor del medio ambiente.
¿Qué objetivo persigue esta campaña; ¿conseguir que se sume el mayor número de personas, empresas o instituciones?, ¿conseguir durante esos 60 minutos un importante ahorro energético y disminuir emisiones de CO2?, ¿luchar por la conservación del medio ambiente?, ¿sensibilizarnos de la necesidad de crear un futuro limpio?. Todas las respuestas son un SI con mayúscula, por supuesto.
Pero cuál parece ser el verdadero desafío; quizás sea el de llegar a creernos que un gesto sencillo, pequeño y que cuesta poco esfuerzo, pueda producir un gran cambio. El reto es que cada uno de nosotros, habitantes de este planeta, ciudadanos del mundo y protagonistas de su historia dejemos de pensar que nuestro gesto individual y anónimo no aporta, no suma, ni soluciona.
Existen iniciativas globales, movimientos internacionales, grandes campañas de concienciación...existen porque un díaalguien pensó que era necesario hacerlo. Nacieron de una preocupación, de un primer gesto o de una sóla idea al que se fueron sumando más gestos e ideas, convirtiéndose en iniciadores de grandes cambios desde pequeños logros. Pero también existen personas que cada día apagan las luces innecesarias, que cambian sus bombilla por las de bajo consumo, que van cerrando puertas y ventanas para que no se vaya el calor o el frio, que programan la calefacción para hacer un uso eficiente, que enseñan a sus hijos la importancia de reciclar, que no dejan correr el agua del grifo, que no ponen la lavadora hasta que no esté llena y que son, en definitiva, los verdaderos protagonistas del cambio.
Bankinter, un año más, se suma a este reto; al reto de intentar transmitir nuestro convencimiento de la importancia de concebir a cada "uno" como un "todo", y de concebir la Sostenibilidad como una forma de ser y de actuar en beneficio del entorno en el que vivimos y, por tanto, de cada uno de nosotros.
Apagaremos las luces y letreros luminosos de nuestra red de oficinas y grandes edificios, cada empleado apagará su equipo electrónico y les animaremos a que lo hagan en sus casas y compartiremos la iniciativa con nuestros clientes y con nuestra comunidad a través de nuestras RRSS y página web.
Y, sobre todo, intentaremos transmitir que nuestro Planeta no tiene día ni hora fijada, que tiene un pasado que no debemos olvidar, un presente que debemos sostener y un futuro que debemos garantizar.
