La batalla por las cláusulas suelo sigue candente. Pese a que la sentencia del Tribunal Supremo del pasado 9 de mayo cambió por completo el panorama en torno a los préstamos hipotecarios en España y, especialmente, sobre los suelos y techos de interés que incluían algunas entidades, las consecuencias de este dictamen siguen trayendo cola. No en vano, las tres entidades que se vieron obligadas a suprimir estas cláusulas de sus hipotecas por la citada sentencia (BBVA, Cajamar y Nova Caixa Galicia) han iniciado (cada una a su ritmo) el proceso de supresión de estas cláusulas, lo que supone a cada cliente un ahorro de unos 1000 euros anuales para un préstamo de 150.000 euros a 30 años.
Claro está, la lucha en los juzgados tiene un nuevo frente. Nada más conocerse la noticia, la parte perdedora en esta ocasión (el frente de las tres entidades financieras) abrió un proceso de nulidad contra la sentencia del Tribunal Supremo, por lo que la incógnita sobre la sentencia sigue en el aire.
Eso sí, los propios juristas reconocen las escasas posibilidades de esta medida, de la que, no obstante, existen algunos precedentes en la jurisprudencia reciente española. Esta medida es el paso previo a la solicitud de amparo al Tribunal Constitucional que, previsiblemente, realizarán los bancos, más que para la anulación de la sentencia en sí, como una campaña de imagen que incida en la validez de este tipo de cláusulas. Algo que, por otra parte, reconocía el dictamen del TS del pasado mes de mayo.
Las miras de los más de cuatro millones de hipotecas con cláusula suelo (en torno al 80 por ciento del total) están en el movimiento de ficha del resto de entidades. Recientemente, las Cajas Rurales y Caixabank han iniciado contactos personalizados con todas aquellas personas que dado los primeros pasos para para solicitar la supresión de sus cláusulas. Pese a que los resultados no están llegando (en el mejor de los casos) más allá de la reducción de un punto porcentual del suelo (que ha pasado para algunos del 4,90 por ciento al 3,90) es un primer paso. Eso sí, primer paso insuficiente para los afectados que, en su mayoría no consiguen las mismas prestaciones que ahora disfrutan los clientes de BBVA, Cajamar y Nova Caixa Galicia.
¿Qué medidas hay que tomar para solicitar la supresión de las cláusulas suelo?
1.- Negociación directa con tu propia oficina. Paso generalmente infructuoso pero esencial para iniciar el proceso de eliminación de la cláusula suelo.
2.- Presentar una reclamación al Servicio de Atención al Cliente de tu entidad, bien por correo postal o electrónico (en la propia oficina te pueden dar esta información). Éste sería el primer paso oficial (y por escrito) y del que tendremos respuesta no antes de un par de meses. Respuesta generalmente negativa y que nos incidirá en la idea de que nuestras cláusulas suelo son legales y que fuimos debidamente informados en su momento.
Ahí reside el principal punto de inflexión, la necesidad de demostrar que no fuimos debidamente informados de las consecuencias de este punto en nuestro contrato hipotecario.
3.- En caso de que la respuesta del Servicio de Atención al cliente haya sido negativa, el próximo paso es solicitar la intermediación del Banco de España y, en caso de ser negativa, la vía judicial, más larga y costosa pero, como hemos comprobado con la sentencia del 9 de mayo, efectiva.
