La EBA (European Banking Authority, por sus siglas en inglés) acepta suavizar su escenario más adverso para los test de estrés que realizará este año. Los cambios que, según parece, saldrán adelante, son los siguientes:
1) La contracción acumulada del PIB 2014/16 que se aplicará será la cifra estimada (FMI, CE, etc) – 6% en lugar de considerar una contracción acumulada de -6% directamente. Es decir, si el FMI estima un crecimiento acumulado del PIB en 2014/15 de +1,9% y suponemos (puesto que no ha presentado estimación para 2016) que el PIB’16 pudiera ser +1,5%, el resultado sería +1,9% + 1,5% - 6% = -2,6%.
2) Empleo. El nuevo escenario estresado rebaja la tasa de paro desde 32% hasta 28%, aunque sigue siendo superior a la tasa estimada por Oliver Wyman cuando realizó sus propios test de estrés en 2012 (27,2% para 2014).
3) El core capital mínimo exigido será 5,5% según los criterios de Basilea III que estarán en vigor en 2016, pero no calculado con los criterios (más severos) que serán aplicados en 2019, como se pretendía hacer al principio.
Por último, todas las entidades deberán realizar tasaciones actualizadas de los activos inmobiliarios que tengan en balance. Las entidades que podrían afrontar este test en situación más delicada probablemente sean 3 antiguas cajas de ahorro: Liberbank, Ibercaja y Cajamar.
El impacto previsto es positivo, principalmente sobre bancos españoles medianos.
