XXI Publicación FTF: SuperHumanos - Aspectos éticos


13.06.2014

Escrito por:


La mejor manera de que científicos y tecnólogos de gran nivel nos recuerden a nuestros abuelos, es preguntarles acerca del impacto que tendrán los avances de hoy en día en las personas del mañana. Los últimos desarrollos tecnológicos que acaban de darse a conocer (los exoesqueletos, Google Glass y la informática ubicua) suenan futurísticos y románticos. Pero… en pocos años, esta tecnología de ciencia-ficción no parecerá que vaya a contribuir al futuro de los súper-humanos más que la invención del “telescopio electrónico” (como se conoció inicialmente al “televisor”). No deberíamos entusiasmarnos en exceso con la tecnología nueva, pues se trata, simple y llanamente, de herramientas nuevas.

Pero ha habido tecnología nueva que ha sido, y es, más que meras herramientas. Es genial, excepcional, y nos ha transformado de verdad.  No la ha inventado ninguna persona ni empresa, así que muchas veces ni siquiera la consideramos tecnología. En cambio, dado que encaja tan bien con nosotros  y es inherente a lo que somos hoy, solemos creer que siempre fue parte de nuestra naturaleza.

Los dos ejemplos más importantes de esta tecnología súper-humana son… la escritura y el habla.

Sabemos que no evolucionamos por selección natural hacia la lectura (es demasiado reciente) pero a los extraterrestres les sorprendería descubrirlo, puesto que hemos aprendido a hacerlo con soltura. Pero la razón por la cual leemos tan bien no es que hayamos evolucionado para escribir, sino que, con el tiempo, (como demuestro en mi investigación publicada bajo el título The Vision Revolution) la escritura ha evolucionado culturalmente para encajar con nosotros. Las letras de distintos sistemas de escritura han tomado formas naturales, son simplemente una evolución reconocible de las formas de nuestro sistema de reconocimiento visual de objetos. Y en mi libro, Harnessed, defiendo lo mismo sobre el lenguaje hablado… y hasta sobre la joya de la corona de las artes: la música.

La escritura, el lenguaje y la música son la médula espinal de la identidad moderna de la humanidad, hasta tal punto que muchos científicos, creo yo, se han engañado a sí mismos pensando que son parte genética del ser humano. Que estamos naturalmente diseñados para ellas. Que tenemos instintos lingüísticos y musicales.

Pero no son instintos.

Son tecnología, y no la tecnología que el abuelo confunde con algo revolucionario.

Es decir, que la tecnología realmente revolucionaria, la que da forma a los súper-humanos, sí existe. Cambió lo que somos.

Y, algo que es fundamental, ahora sabemos cómo lo han hecho estas tecnologías súper-humanas. Son lo que yo lo suelo denominar un “arnés natural”: nos parecen o suenan como aspectos naturales a los que los simios ya habíamos evolucionado en un proceso de millones de años. Estas tecnologías revolucionarias lo son no sólo porque aprovechan la genialidad de los algoritmos de la selección natural. Irónicamente, nos hacen súper humanos porque aceptan completamente nuestra naturaleza.

Ahora que sabemos cuál es el mecanismo secreto tras estas joyas tecnológicas, podemos disponernos a diseñarlas a propósito, en vez de esperar a que la evolución cultural cree la siguiente por su cuenta y a ciegas.

Artículo previo al Capitulo 4: Aspectos éticos publicado en la XXI publicación del Future Trends Forum sobre Superhumanos escrito por Mark Changizi,  Director de Human Cognition en 2AI Labs y experto de la Fundación de la Innovación Bankinter.

Web Fundación de la Innovación Bankinter

XXI publicación del Future Trends Forum sobre Superhumanos (descarga gratuita)

¡Síguenos en Redes Sociales!

BK-167x150_cuentanomina.jpg

¡NUEVO CANAL EN TELEGRAM! Suscríbete ya y recibe en tu móvil noticias y consejos para mejorar tus finanzas.

Suscribirse

Introduzca su correo electrónico para suscribirse.

Introduzca un correo electrónico válido para suscribirse
Por favor, seleccione resumen diario o semanal
simpleCaptcha
Rellena el captcha correctamente
Por favor escribe las letras de la imagen superior.
Debe aceptar la Cláusula de Protección de Datos