30 de julio: día "d" para la deuda en Argentina, ¿qué pasará?


28.07.2014

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El juez que dictó la sentencia en el litigio que enfrenta al Estado argentino con los fondos que compraron parte de su deuda que no se sometió a las reestructuraciones de 2005 y 2010, confirmó el martes de la semana pasada que no accederá a que se pague el plazo de la deuda que sí fue reestructurada, 539 millones de dólares, si antes no se encuentra una solución para los 1.500 millones que han reclamado con éxito los conocidos "fondos buitres".

El pago de los 539 millones de la deuda reestructurada Argentina vencía el 30 de junio, pero mediante una cláusula del acuerdo de reestructuración, Argentina se acogió a un plazo de gracia que termina este miércoles 30 de julio.

Durante los días que han pasado desde el 30 de junio las posiciones de las partes no han avanzado con lo cual es probable que termine este mes sin acuerdo.

¿Qué pasará entonces?

Las opiniones están divididas.

Hay quienes sostienen que Argentina incurriría en un nuevo impago de su deuda similar a la de 2001...  con las consecuencias catastróficas que aquel impago tuvo, que lastraría aún más la renqueante situación económica argentina y dificultaría la inversión extranjera en el país... sin contar los efectos sobre la "aldea global" en la que vivimos.

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, mantiene, con algo de razón, que "la Argentina no va a estar en default. ¿Saben por qué? Por una razón muy sencilla, esencial, elemental, tan obvia que no tendría que decirla. ¿Pero saben por qué no vamos a estar en default? Porque en default entran los que no pagan y Argentina pagó".

Como hemos dicho Argentina tiene depositados desde antes del 30 de junio los 539 millones a disposición de los acreedores "reestructurados" en el Bank of New York Mellon y es un juez el que impide que se cobren estos millones. Una situación así es nueva porque se paga pero no se deja cobrar a los acreedores por una cuestión ajena a la voluntad del deudor, y, como dice la Presidenta argentina, habrá que buscar un nuevo término para definirla porque un default no es.

Además el Gobierno argentino se enfrenta a un dilema. Si acepta la sentencia de Nueva York se puede encontrar con una demanda similar del resto de los bonistas que no entraron en la reestructuración, 15.000 millones de dólares en total a los que habría que sumar los correspondientes intereses.

Pero, lo que es peor, los acreedores que sí aceptaron la reestructuración podrían activar una cláusula del acuerdo que les permite exigir un trato similar al que se dé finalmente a los "fondos buitres" y reclamar el pago del 100% de la deuda, cuando la quita del acuerdo, según qué cálculos se hagan, fue del orden del 60%.

La cláusula mencionada anteriormente expira en diciembre y el Gobierno argentino busca desesperadamente una moratoria en la ejecución de la sentencia que le permita evitar la aplicación de esa cláusula... es decir lograr que los "fondos buitres" acepten retrasar el cobro hasta después de ese vencimiento para lo que suponemos exigirán las garantías correspondientes.

Posibilidad de un acuerdo

Hay una posibilidad de que en los dos días que quedan hasta el miércoles día 30 se llegue a un acuerdo entre los fondos y el Gobierno argentino porque si no paga a los acreedores que aceptaron la reestructuración estos pueden iniciar reclamaciones por un importe superior a los 40.000 millones de dólares y forzar una nueva suspensión de pagos de Argentina, lo que perjudicaría mucho a los "fondos buitres".

Para dar cuenta de la desproporción entre causas, impago, y efectos, que todo el mundo afirma que no serán similares a los de 2001, recordemos que los "fondos buitres" pagaron por los 1.500 millones de dólares que reclaman, 48 millones de dólares y que una situación así nunca se presentaría en un país de la Unión Europea porque la legislación obliga, en caso de reestructuración de la deuda del algún país, a que los acreedores discrepantes se sometan al acuerdo que se alcance entre el gobierno afectado y la mayoría de los acreedores.

Apoyo de los BRICS

Tanto los BRICS como otros países latinoamericanos y Francia han mostrado su solidaridad con Argentina (el Gobierno español ha guardado silencio, aún está muy cercana la expropiación de YPF a REPSOL). El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó el caso de Argentina de “irracional e insólito” y hablando en nombre de los BRICS y de UNASUR dijo que “todos los países manifestaron su apoyo y la necesidad de una solución práctica".

De esta manera el tema de la deuda Argentina se desplaza hacia otro espacio.

Los BRICS han acordado hace pocos días constituir un Banco de Desarrollo que se prefigura como una alternativa al FMI y al Banco Mundial, las dos instituciones que nacieron de los acuerdos de Bretton Woods.

Ahora parece que Argentina tiene mucho interés en incluirse en este grupo que podría, además, ofrecerle apoyo financiero.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha procurado la mesura y en su opinión la incorporación de Argentina al grupo de los BRICS tendrá que esperar aunque se le podría prestar apoyo financiero si su Gobierno lo pidiese, pero con condiciones " (los préstamos) serán hechos con criterios de buena gestión. Nadie va a hacer cualquier acción financiera sin fundamento técnico, sin base, sin evaluación" dijo Rousseff.

Las prevenciones de Rousseff están justificadas. Las reservas de Argentina son inferiores a los 27.000 millones de dólares y buena parte de ellas ya están comprometidas, con lo que a corto plazo el Gobierno argentino puede tener un serio problema de financiación y para solucionarlo ya no puede poner en marcha la máquina de fabricar billetes porque la inflación ha alcanzado cotas intolerables. Por supuesto los mercados internacionales están cerrados para Argentina desde hace años y los particulares (que pueden) atesoran divisas en sus casas porque no se fían de que no se produzca un nuevo "corralito", y aumentar los impuestos sería algo a lo que se opondrían los argentinos y provocaría conflictos sociales y evasión de capitales

China entra en el juego

El que parece que no ha tenido tantos escrúpulos como Rousseff es el Presidente chino Xi Jinping que firmó recientemente con Argentina varios acuerdos crediticios que contrastan con el trato que Argentina está recibiendo de EE.UU., no solo de uno de sus jueces, y que viene a confirmar la entrada de China en "el gran juego", como diría Rudyard Kipling, y su influencia cada vez mayor en los asuntos mundiales tanto económicos como políticos.

En estos momentos Argentina tiene dos déficits simultáneos, el fiscal y el externo, y ha estado pagando la deuda con las reservas y este camino tiene un corto recorrido.

Si sumamos todo, y el inventario de este post no es completo, sentencia del juez de Nueva York, pago a los diferentes acreedores, agotamiento de las reservas, déficit comercial, cierre de los mercados financieros internacionales, dudas de que los BRICS y otros países de Latinoamérica pasen de las palabras a los préstamos, alta inflación, entrada de China en el "gran juego"... llegamos a la conclusión... de que habrá que estar muy atentos a lo que pase con Argentina estos dos días próximos y no solo por lo que sentencie un octogenario juez de Nueva York que, no lo habíamos dicho, se llama Thomas Griesa.

 

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