Cuatro años después del primer rescate, Grecia está resurgiendo de sus cenizas. En 2010 recibió un primer paquete de ayudas por parte de la Troika (BCE, Comisión Europea y FMI), en 2012 hubo un segundo plan de rescate y se ha barajado la necesidad de un tercero. No obstante, parece que la economía empieza a reaccionar después de varios años de duros recortes.
Así, Grecia cerró 2013 con superávit primario (saldo positivo en las cuentas públicas antes del pago de los intereses de la deuda), tendencia que se mantendrá en los próximos años ya que para 2015 se estima un superávit del 1,5% del PIB (tiene que llegar al 4,5% en 2016 para garantizar la sostenibilidad de la deuda).
Esta mejora de sus finanzas está dando cierto de margen de maniobra a sus autoridades que estos días negocian con la Troika una posible rebaja de los impuestos indirectos. En cuanto a la actividad, la economía está a punto de dejar atrás la recesión tras seis años de contracción. La variación interanual del PIB ha pasado de -1,1% en el primer trimestre de 2014 a -0,3% en el segundo y el FMI estima un crecimiento de +0,6% en el conjunto de 2014 (+2,9% en 2015).
Estos síntomas de mejora están dando sus frutos y el país fue capaz de regresar al mercado de capitales a mediados de abril, cuando colocó 3.000 millones de euros a 5 años con una rentabilidad de 4,95% y una demanda de 20.000 millones de euros. La clave será si, como el ave Fénix, es capaz de renacer con toda su gloria...
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