Si a cualquier ciudadano le preguntasen qué datos mostrarían de forma significativa y palpable sobre la recuperación económica probablemente una mayoría de respuestas se decantaría por el aumento del empleo, el acceso al crédito y la recuperación del mercado inmobiliario. Esta triada nos indicaría que está empezando a funcionar un círculo virtuoso propio de una economía en crecimiento que poco a poco va expandiendo sus efectos sobre todo el tejido económico y social.
La prensa está incidiendo en este punto con una unanimidad que hacía años que no se daba. Un artículo a doble página del profesor titular de Economía de la Universidad de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos, ayer en el diario Expansión ilustra cómo se está gestando ese círculo al comentar, de forma prudente y con datos, cuál va a ser la evolución del mercado inmobiliario durante 2015, decantándose por un realismo optimista en línea con los recientes informes inmobiliarios de Bankinter. Igualmente, un reciente artículo de ABC ahonda en esta línea.
Según el experto de la Universidad de Barcelona, este año el mercado inmobiliario mejorará notablemente sus ventas, lo que en ningún caso quiere decir que volvamos a los tiempos de la burbuja inmobiliaria. La tendencia a la mejora se afianzará durante 2016 y 2017.
Este aumento de las ventas se verá favorecido por:
1. el incremento de la preferencia de los españoles por invertir en vivienda frente a otras alternativas como la bolsa o la deuda pública,
2. un acceso al crédito hipotecario mayor y más barato. El Euribor está en mínimos y puede continuar en los niveles actuales durante mucho tiempo, y a plazos muy largos, de hasta 35 años,
3. una demanda latente muy alta que hasta ahora se había refugiado en el alquiler a la espera de más bajadas de precios, mejores condiciones crediticias y tener los suficientes ahorros como para hacer frente a la parte del precio que no financien los bancos,
4. la mejora general de la economía, con aumento de los beneficios empresariales y del empleo, que permitirá la aparición de excedentes monetarios y de ahorro que, al menos en parte, se dirigirán hacia el mercado inmobiliario.
Según el artículo de Expansión, las transacciones en 2015 serán un 20% superior a las de 2014 y alcanzarán la cifra de 440.000 viviendas vendidas.Pero esas ventas no se distribuirán igual a lo largo del territorio nacional. Serán las grandes ciudades y sus zonas más caras las que vean un crecimiento espectacular de las ventas de vivienda.
En paralelo al aumento de las transacciones irá el de los precios. Muy en paralelo. Así, si se espera que el incremento de precios sea, de media, un 5%, en los núcleos buenos de las grandes ciudades ese aumento puede llegar a ser del 10%.
La reactivación del mercado inmobiliario viene avalada por otro dato muy importante. El número de visados para nuevas construcciones en 2015 será de 60.000, una cifra un 60% superior a la del año pasado.
Este dato tiene un importante valor añadido que es el de la creación de puestos de trabajo, de tal forma que la construcción dejará de destruir empleo y puede contribuir a generarlo sobre todo si se reactiva la obra pública gracias al plan de inversiones de la Unión Europea, "plan Juncker", que tiene previsto relanzar la inversión, especialmente en infraestructuras, en una cuantía superior a los 300.000 millones de euros entre este y los dos próximos años.
Resumiendo, la mejora del mercado inmobiliario significa crecimiento de la economía, del empleo, del acceso al crédito, de la confianza de los ciudadanos que se reflejará también en un aumento del consumo de bienes no duraderos, que es el que está tirando del crecimiento en estos momentos, y, no menos importante, contribuirá, aunque sea modestamente, al aumento de la inflación debido al incremento de precios que se espera.
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