La tendencia depreciatoria del yen no ha cambiado pero se ha ralentizado, incluso detenido en el corto plazo, como consecuencia de la acuciante debilidad del euro. Revisamos nuestra estimación para 2015 desde 145/155 hasta 135 y para 2016 desde 150/160 hasta 140.
El impacto del QE o PSPP (Public Sector Purchase Programme) del Banco Central Europeo (BCE) ha sido más fuerte de lo esperado. La liquidez en la Eurozona seguirá aumentando durante los próximos meses y, en consecuencia, presionando la debilidad del euro. Este proceso durará, a priori, hasta septiembre de 2016 (plazo inicial indicado por el BCE para su programa de compra de bonos). Si bien, una vez que el impacto empiece a ser absorbido por el mercado, la tendencia depreciatoria del yen debería retomar su dinamismo por los motivos que exponemos:
(i) La política monetaria del BoJ seguirá siendo ultra expansiva, por el momento aumentando la base monetaria a razón de 80 billones yenes anuales. El objetivo formal de situar la inflación en 2% no se alcanzará, en nuestra opinión, en los próximos años (IPC 2015 estimado: +1,8%, IPC 2016 estimado: +1,5% y IPC 2017 estimado: +1,9%). De tal manera, que nuevas medidas de flexibilización por parte de Kuroda (BoJ) no parecen improbables.
(ii) La economía japonesa atraviesa un momento complicado y ,según nuestras perspectivas, el ritmo de crecimiento se ira desacerando (PIB 2015 estimado: +1,5%; PIB 2016 estimado: +1,3% y PIB 2017 estimado: 1,1%) lastrado por el debilitamiento del consumo a pesar de haber retrasado la 2ª subida del IVA hasta 2017, el desequilibrio comercial (las exportaciones siguen disminuyendo: +2,5% en febrero vs. +17% enero, mientras que las importaciones pasaron de -9,1% en enero a -3,6% en febrero), el elevado coste de la energía (debido fortalecimiento del dólar para un país netamente importador de energía desde el parón nuclear hace dos años) y la pérdida de competitividad.
La ausencia de reformas estructurales, suponen que la única herramienta que le queda al Gobierno de Abe para impulsar la economía (objetivo no formal) es vía divisa. Por tanto, la depreciación del yen es necesaria para la reactivación del país, altamente dependiente del sector exterior.
Estos argumentos sustentan nuestra perspectiva para los próximos trimestres. Si bien, factores paralelos (euro débil) amortiguarán los esfuerzos del BoJ para acelerar ese proceso. Por otra parte, no hay que olvidar la condición del yen como activo refugio. Sometido a la presión compradora ante conflictos de índole geopolítico, como el reciente conflicto de Yemen que ha avivado la tensión en Oriente Medio. No obstante, como viene sucediendo en los últimos eventos el impacto es cada vez más limitado.
Ver informe Perspectivas Euroyen completo (pdf)
Perspectivas Eurolibra: La libra continuará su apreciación aunque suavizará el ritmo
Perspectivas Eurosuizo: El franco seguirá presionado al alza durante 2015
Más informes del Departamento de análisis de Bankinter
Ir a la portada del Blog para descubrir más artículos de interés
Cómo saber si un piso está caro o barato (tabla) | Declaración Renta 2014: borrador, cita, simuladores... |
¡Síguenos en Redes Sociales!