Ante la gran variedad de productos que hoy en día están a disposición del consumidor, surge la necesidad de diferenciarlos unos de otros atribuyéndoles características que los hagan más atractivos al público, que se adapten en mayor medida a sus necesidades y motivaciones o que sean más rentables en el mercado.
En el marco medioambiental, también se ha incorporado esta tendencia con la creación del “Ecoetiquetado” o “Etiquetado Ecológico”.
¿Sabes en qué consiste esta etiqueta?
Esta etiqueta se define, básicamente, como un distintivo que informa y estimula a los consumidores a escoger productos y servicios con menores repercusiones sobre el medio ambiente.
Esto quiere decir que nos brinda la posibilidad de elegirlos en función de su impacto ambiental.
Para algunas empresas la ecoetiqueta supone una ventaja competitiva o una oportunidad de negocio.
¿Qué tipos de ecoetiquetas podemos encontrar en el mercado?
Cuanto más compramos estos productos, más estimulamos a los fabricantes a producirlos. Y el efecto global es muy positivo, ya que consumiéndolos contribuiremos activamente a la reducción de nuestra huella ecológica y al cambio climático.
La huella ecológica es un indicador de sostenibilidad que trata de medir el impacto que tiene nuestra vida y actividad sobre el entorno.
A mayor huella ecológica, mayor impacto. En España, la tendencia de los últimos años ha sido la migración de las zonas rurales a las grandes ciudades. Y por tanto, dependemos de grandes superficies de monocultivo para satisfacer las necesidades alimentarias, generando degradación del suelo y eliminación de biodiversidad, necesidad de desplazarnos en un automóvil y dependencia de los combustibles fósiles.
Este tipo de acciones hacen aumentar nuestra huella ecológica del planeta y nos supone que la mínima acción genere un gran impacto sobre el medio ambiente.
Ejemplos de ecoetiquetas que más se usan en el mercado (pdf)