El debate sobre la efectividad de la política monetaria está vivo. Los tipos de interés seguirán bajos mucho tiempo.
Los índices de actividad económica evolucionan satisfactoriamente gracias al dinamismo de la demanda interna y a unas condiciones de financiación atractivas. La inversión mantiene el ritmo de crecimiento a pesar del “Brexit” y el riesgo geopolítico global.
La tasa de inflación sigue próxima a cero pero el riesgo de deflación disminuye:
(i) El precio del petróleo Brent cotiza por encima de 50 dólares y el ritmo de caída en los precios de producción se atenúa.
(ii) El IPC mejora paulatinamente (+0,4% en septiembre frente a -0,1% en abril).
(iii) Las perspectivas de inflación a largo plazo aumentan ligeramente.
El debate sobre la efectividad de la política monetaria está vivo y el exceso de liquidez de las entidades financieras alcanza máximos históricos. La masa monetaria (M3) crece a un ritmo muy superior al registrado por el crédito bancario al sector privado y el conjunto de la economía.
La política monetaria será expansiva, los tipos de interés permanecerán bajos mucho tiempo y el programa de compra de activos del Banco Central Europeo (BCE) continuará al menos hasta marzo de 2017. La determinación del BCE para alcanzar su objetivo es firme. Mantener la estabilidad financiera es clave para incentivar la inversión y evitar el deterioro de las perspectivas de inflación. Relajar la política fiscal y realizar reformas estructurales permitiría acelerar el ritmo de crecimiento pero la actuación de los Estados es insuficiente.
Esta nota desarrolla con más detalle nuestras estimaciones ya publicadas en nuestra Estrategia de Inversión 4T 2016.
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