El indicador IFO, que mide el clima empresarial en Alemania, retrocede por tercer mes consecutivo. Se sitúa en 105,7 y decepciona al quedar por debajo de expectativas (106,8) desde 107,3 anterior. El dato es bastante negativo sobre todo porque la componente que valora las expectativas para los próximos seis meses retrocede hasta 98,8 vs. 101,6 estimado y 102,3 en enero (revisado desde 102,4).
Es el peor dato desde diciembre de 2012. La percepción sobre la situación (menos relevante) mejora más de lo esperado y respecto al mes de enero: 112,9 frente al 112,0 estimado y 112,5 anterior.
El sector más debilitado es el minorista. Por tanto, estos datos estarían en consonancia con la pérdida tracción reflejado en el dato final del PIB del cuarto trimestre de 2015 de Alemania (+1,3% a/a ajustado estacionalmente vs +1,7% en el tercer trimestre.) La demanda interna evolucionan razonablemente bien (inversión +1,5% y gasto público +1,0%) pero el consumo se ralentiza en línea con las estimaciones +0,3% frente a +0,6% anterior.
Estos datos deberían un impacto negativo para bolsas y euro y positivo para el precio de los bonos (ya están “peligrosamente soportados” por el BCE y particularmente los core como activo refugio en un entorno de elevada incertidumbre).
Ver informe completo del IFO alemán febrero 2016 (pdf)
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