El indicador IFO ha decepcionado en abril al caer de 106,7 a 106,6 cuando se esperaba que volviera a repuntar y subiese hasta 107,1. Por tanto, la recuperación del clima empresarial en Alemania está siendo algo más lenta de lo esperado.
En el diagrama publicado en el documento asociado podemos ver que el IFO de abril repetiría en la zona de contracción del ciclo económico.
En este sentido, el Bundesbank señaló la semana pasada que la economía alemana se estaría frenando en el segundo trimestre del año, algo que también se ha visto en los PMIs, que descendieron ligeramente en su lectura de abril.
Dicho esto, el desglose del indicador no es demasiado negativo ya que las expectativas consiguen superar el nivel del mes anterior: pasan de 100,0 a 100,4 si bien se quedan por debajo del 100,9 previsto. Por su parte, la partida de percepción de la situación actual baja de 113,8 a 113,2 frente a 113,8 estimado.
Además, el retroceso del indicador se podría interpretar como una pequeña corrección después del importante repunte de marzo.
El impacto de este dato debería ser negativo para las bolsas y el euro, mientras que ayudaría al precio de los bonos.