El IPC (preliminar) del mes de mayo ha mostrado una leve mejora tras situarse en -0,1%, en línea con las estimaciones del mercado y una décima superior a la tasa de -0,2% registrada en abril.
La tasa subyacente se acelera de forma modesta desde +0,7% hasta +0,8%, en línea con las expectativas. Este dato pone de manifiesto que no existen presiones inflacionistas en la UEM a pesar de la subida del precio del petróleo durante el mes de mayo.
A lo largo de esta semana, una referencia importante será la actualización del cuadro macroeconómico del BCE tras su reunión del próximo jueves, en la que se podrá comprobar si el reciente repunte en el precio del crudo implica una revisión al alza de las expectativas de inflación.
Por otra parte, la tasa de paro se mantuvo estable en 10,2% en abril, sin cambios con respecto a las expectativas del consenso. Estos datos tendrán un impacto neutral sobre las bolsas y el euro.