Conclusiones del informe del BCE:
- La volatilidad en los mercados de capitales como consecuencia del “Brexit” ha durado muy poco tiempo pero la incertidumbre sobre el crecimiento global ha aumentado y los datos del segundo trimestre apuntan a un menor ritmo de actividad global.
- La recuperación económica en la Eurozona continúa su curso gracias al impulso de la demanda interna y del consumo en particular aunque se observa cierta pérdida de tracción como consecuencia de un menor crecimiento de las exportaciones.
- La política monetaria del BCE (acomodaticia) y la caída en el precio de la energía impactan positivamente en la renta neta disponible de los hogares, la rentabilidad de las empresas y en definitiva en el consumo y la inversión.
- Las condiciones de financiación para familias y empresas mejora y la demanda de crédito aumenta.
- Los riesgos para el crecimiento continúan sesgados a la baja, ya que la recuperación económica puede verse negativamente afectada por el Brexit, la incertidumbre a nivel geopolítico, la debilidad del crecimiento en los países emergentes, el ajuste de balance necesario en varios sectores y la lentitud en la implementación de reformas estructurales.
- El consejo de gobierno del BCE considera que la política monetaria ha sido crucial para la recuperación económica de la UEM pero la caída en los precios de la energía provoca que la Inflación se mantenga en niveles reducidos.
- Las perspectivas de inflación se mantienen muy bajas debido a las bajas tasas de crecimiento y probablemente por la expectativa de nuevas actuaciones en materia de política monetaria.
En este entorno, el BCE monitorizará la evolución de los indicadores macro y de los mercados de capitales y actuará usando todos los instrumentos disponibles para cumplir con su mandato.