Principales conclusiones del acta del BCE sobre su reunión de los días 19 y 20 de octubre 2016:
Situación económica Eurozona:
La actividad económica en la Eurozona (UEM) gana tracción y los indicadores adelantados apuntan hacia un buen comportamiento en el primer trimestre de 2017. La demanda interna es el principal motor del crecimiento gracias a la mejora de la renta de los hogares y unas condiciones de financiación favorables.
La rentabilidad de las empresas está mejorando y la inversión se está recuperando aunque todavía se encuentra en niveles inferiores a los registrados antes de la crisis económica. A pesar de esto, el BCE mantiene sus previsiones macro sin apenas modificaciones con respecto a las realizadas en septiembre 2016. El PIB estimado se sitúa en +1,7% para 2016 y 2017 y en +1,6% para 2018 y 2019.
En relación a la inflación, el BCE no observa signos claros de presiones inflacionistas ya que la tasa subyacente se mantiene estable en 0,8% y el crecimiento de los salarios es bajo.
Política Monetaria de la Eurozona:
El BCE ha decidido reducir el programa de compra de activos desde 80.000 M€/mes hasta 60.000 M€/mes pero prolonga el plazo al menos hasta finales de 2017. Las actas ponen de manifiesto que la decisión se debatió en profundidad y que no hubo unanimidad en la decisión.
Dicho esto, la opinión mayoritaria es reducir el volumen y alargar el plazo del programa permite mejorar la transmisión de la política monetaria y le otorga una mayor flexibilidad a la hora de implementar el programa. El BCE entiende además que de haber mantenido el programa de compras en 80.000 millones de euros presionaría a la baja la rentabilidad de los bonos en un entorno de menor rentabilidad.
El consejo de gobierno centra su atención en la evolución de la rentabilidad de los bonos en EE.UU así como en el riesgo potencial de correcciones en el mercado de bonos a nivel global y en los mercados de divisas.