Los coches eléctricos protagonizan cada vez más titulares. Tesla, la empresa de coches exclusivamente eléctricos creada por el polifacético Elon Musk, se codea –con solo dos modelos en el mercado– con marcas premium cargadas de historia y prestigio. Y ahora Tesla se lanza un paso más allá: comienza a entregar los primeros ejemplares del Model 3, su entrada en mercados más generalistas.
Tesla no está, ni mucho menos, sola en este empeño: el i3 de BMW, los pequeños eléctricos de Smart y Citroën de las flotas de ‘car sharing’, cada vez presentes en más ciudades, el Nissan Leaf, el Kia Soul, los modelos de Renault… Los eléctricos ya no son una rareza y Volvo ha dado un paso más al anunciar que, a partir de 2019, ya no lanzará modelos con motores de combustión.
Está claro que el cambio, provocado básicamente por la preocupación medioambiental, ha llegado para quedarse. Cada vez más gente se pregunta si merece la pena comprarse un coche eléctrico.
¿Cuántos coches eléctricos hay?
Según datos de la patronal Aniacam, en los seis primeros meses del año se vendieron en España 2.433 vehículos eléctricos, lo que supone una cuota de mercado del 0,4%; el diesel y la gasolina se reparten casi a partes iguales el 99,6% restante. Queda claro que es una opción minoritaria, pero sí parece tener mucho futuro, un futuro que ya se apunta: las ventas de coches eléctricos en ese primer semestre crecieron un 34%. Globalmente, ya hay dos millones de vehículos 100% eléctricos circulando, según datos de la Agencia Internacional de la Energía.
Precio de un coche eléctrico
Más allá de la fascinación que en muchos provoca Tesla, (y que pocos se pueden permitir, pues su gama de precios arranca en España en los 110.000 euros), los vehículos eléctricos se presentan como una opción verde y práctica para moverse en ciudad, donde no sufren de restricciones medioambientales, ni las presentes ni las que puedan llegar. Pero, ¿a qué precio?
No hay que perder la perspectiva por el glamour y el precio de Tesla, la marca que ha convertido a los coches eléctricos en un objeto de deseo.
El coche eléctrico más barato es el Renault Twizy, disponible por menos de 12.000 euros, pero solo tiene dos plazas y carece de maletero. Con maletero y cuatro plazas, las opciones más asequibles son el Citroën C-Cero por alrededor de 25.000 euros –son los coches que utiliza en la ciudad de Madrid la empresa de car-sharing emov– y por unos 26.000 euros su vehículo ‘hermano’ Peugeot iOn –industrialmente son el mismo vehículo y pertenecen al mismo holding, PSA–. Ya en el entorno de los 30.000 euros nos encontramos con el Renault Zoe y el Nissan Leaf.
Además, hay que tener en cuenta que algunas marcas ofrecen puntualmente descuentos muy importantes para la compra de coches eléctricos y las ayudas públicas, como el Plan Movea.
La autonomía, tarea pendiente de los coches eléctricos
Los vehículos eléctricos no emiten gases contaminantes, y ese es su punto fuerte. También está claro su talón de Aquiles: la autonomía. ¿Cuántos kilómetros circulan sin necesidad de recarga? La horquilla es amplia, de 200 a 600 kilómetros, y además de lo fundamental, el modelo, influyen circunstancias de la conducción, como que sea de noche, la sinuosidad del trazado, la carga del vehículo, el uso del aire acondicionado…En todo caso, ahí pierden claramente respecto a los vehículos convencionales.
La creación de una red de puntos de recarga es, en consecuencia, clave para que los coches eléctricos pueden ser algo más que vehículos urbanos. En España los puestos de recarga están regulados por un Real Decreto de diciembre de 2014, que establece que a partir de entonces los circuitos eléctricos de los aparcamientos colectivos deben estar preparados para una fácil instalación de puntos de recarga. En el caso de edificios más antiguos, la instalación es más complicada, ya que se requiere de un subcontador dentro de la red colectiva para el pago individualizado de la factura eléctrica del coche.
Además de recargar sus coches en el garaje de su vivienda -sea individual o comunitaria-, los usuarios de estos vehículos cuentan con una creciente oferta en restaurantes, centros comerciales, cines, que utilizan este servicio como una cortesía.
Una tercera opción son las electrolineras, es decir, puntos de repostaje de pago. Según datos de finales de 2016 de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en España hay 250 ‘electrolineras’, de las que más de un 30% están en el País Vasco.
En total, se calcula que en España hay más de 2.100 puntos de recarga entre públicos y privados, pero este mapa elaborado por el portal especializado Electromaps deja claro que, más allá de Madrid, recorrer el centro de la península ibérica en un coche eléctrico puede ser una aventura demasiado estresante.
En cuanto a los tiempos de recarga, varían mucho según el tipo de cargador y la batería del propio vehículo: puede tardar desde 12 horas hasta aproximadamente una. Los ‘supercargadores’ de Tesla pueden recargar totalmente sus vehículos en 30 minutos; en España la empresa tiene once de estos puntos de recarga rápida, la mayoría de ellos en la zona mediterránea.
¿Cuánto cuesta recargar un vehículo eléctrico?
No hay una respuesta concluyente. Depende del vehículo, de la velocidad de la carga, de la tarifa eléctrica contratada…. lo que sí está claro es que en términos generales es mucho más barato que la gasolina; en algunos casos, hasta gratuito. Pero, por ejemplo, una recarga ultrarápida en una electrolinera puede ser tan caro como llenar el depósito de un motor de combustible.
Con todas estos ‘peros’, ¿merece la pena comprarse un coche eléctrico? Solo si tenemos claro que su uso va a ser muy concreto: para ciudades y en trayectos no muy largos y recurrentes. Hoy en día, no son vehículos para todo el mundo, pero eso no significa que no se pueden ajustar a tus necesidades. Y lo harán aún más dentro de pocos años, cuando aumenten su autonomía.
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