Los teléfonos móviles siguen aumentado su precio, pese a la mayor competencia. Una lucha de gigantes de la tecnología, como Samsung o Apple, contra marcas, especialmente chinas, que imitan sus modelos con descaro.
En esta escalada de la competencia, los fabricantes se encuentran continuamente incorporando mejoras tecnológicas y funcionalidades para ser los preferidos de los compradores. Lo que se traduce en que los precios han ido incrementándose en los últimos días, pese al abaratamiento de la tecnología.
Tal como se puede ver en la infografía realizada por Statista, en el año 2010 el precio medio de los teléfonos móviles se encontraba en 252,40 euros, llegando en 2013 a los 327,80 euros, cifra que no ha hecho más que ir en aumento hasta situarse en los 365,5 euros por dispositivo en 2017.
Es decir, en siete años el precio medio de los teléfonos móviles ha crecido un 45%; aunque también es cierto que los nuevos terminales no tienen nada que ver con los de hace una década gracias a sus cámaras y prestaciones.
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