Recientemente el Real Instituto Elcano ha publicado un estudio comparando la situación de los jóvenes emigrantes cualificados españoles con la de los griegos, italianos y portugueses, exponiendo datos muy interesantes como:
- El número total de emigrantes españoles es casi el triple que el que figura en las estadísticas, porque sólo el 36% se ha registrado.
- Durante la crisis la emigración española fue más tardía que las otras y solo las sobrepasó a partir de 2011.
- El porcentaje de la población de nivel educativo universitario que se encontraba en riesgo de pobreza era más alto en España que en los demás países del grupo.
- La emigración motivada por el deseo de mejorar la formación, de nuevas experiencias, de avanzar profesional o salarialmente, o de encontrar mejores oportunidades de negocio, tiene entre los españoles menos peso que en cualquiera de los otros países.
- El paro provocó que la emigración española se realizase en peores condiciones de preparación y de capacidad de negociación y que el éxito del proceso fuese menor, tanto en términos de empleo como de salarios.
Fuente: Eurostat y RIE
- Entre los emigrantes que accedieron a un empleo, los españoles se encuentran sobre-representados en las ocupaciones que requieren menor formación e infra-representados entre los profesionales.
- Por ello los ingresos de los españoles han sido más bajos. Destacan entre los que ganan menos de 1.000 euros mensuales y se concentra en los niveles intermedios, entre 1.000 y 3.000 euros, con baja representación en los niveles más altos.
- A su vez la probabilidad de que un español esté ocupado en el país de destino es un 44% menor a que lo esté alguien procedente de alguno de los otros tres países.
- Si el emigrante trabajaba ya antes de emigrar, la probabilidad de que luego también lo haga es un 70% superior a si estaba desempleado en origen. Y, puesto que los españoles estaban desempleados en origen con mayor frecuencia que los griegos, portugueses o italianos, se enfrentaron al paro en destino también con mayor frecuencia.
Hay que recordar que España lleva varios años con una saldo migratorio negativo entre la población joven, es decir, se van más jóvenes a trabajar fuera de los que vuelven. Los jóvenes que más emigran se encuentran en la franja de 25-34 años, es decir los que han completado su formación académica y han invertido en términos de tiempo y económicos. El Consejo de la Juventud de España estima que, si no se frena esta tendencia migratoria, supondrá en términos económicos una pérdida de 57.287.328.000 de euros entre 2014 y 2024.
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