El error puede llegar a causar fugas de combustible en los vehículos afectados.
Volvo Cars ha anunciado este miércoles que pasará a retirar unos 200.000 vehículos tras hallar un fallo de ingeniería que puede causar fugas de combustible en el compartimento del motor.
Concretamente, la compañía sueca ha anunciado que 219.000 coches de 11 modelos en total fabricados en 2015 y 2016 se pueden ver afectados.
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En esos años, Volvo vendió un total de 503.127 coches en 2015 y 534.332 en 2016.
"No hay noticias de daños o lesiones relacionadas con este problema, pero desde Volvo hemos decidido actuar con precaución en caso de problemas futuros", ha anunciado la fabricante a través de un comunicado.
Otra de las preocupaciones de Volvo es la guerra comercial, que ha inflado los costes materiales y desacelerado la demanda de automóviles del gigante asiático.
Con todo, la mayor retirada de vehículos hasta la fecha efectuada por esta compañía tuvo lugar en 2004, cuando ordenó retirar 460.000 vehículos.
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