La jornada laboral de cuatro días es residual frente a la imperante de 40 horas semanales de lunes a viernes. Pero el debate sobre una nueva forma de trabajar, la necesidad de conciliar y de generar entornos laborales que incentiven la productividad está sobre la mesa.
El caso de Microsoft Japón
Microsoft Japón acaparaba las noticias a principios de noviembre al hacer público los resultados de un experimento laboral en verano. El "Work-Life Choice Challenge Summer 2019" hizo que los empleados a tiempo completo trabajasen solo de lunes a jueves en agosto sin mermar el sueldo; acortasen las reuniones a un máximo de 30 minutos y fomentasen las reuniones vía chat online.
Entre los beneficios que la filial del gigante tecnológico ha comunicado están, además de una satisfacción generalizada con el programa (el 92% de los trabajadores encuestados), una reducción del 23% del consumo de electricidad y un 59% menos de páginas impresas en comparación con agosto de 2018, según el informe.
La compañía reconoce también que algunos gerentes no han entendido los cambios en el estilo de trabajo y que algunos empleados expresaron su preocupación de que las semanas de trabajo más cortas pudiesen molestar a los clientes. Microsoft Japón planea realizar otro desafío de vida laboral en invierno en el que los empleados no recibirán días libres remunerados especiales, pero se les animará a tomarse un tiempo libre por iniciativa propia "de una manera más flexible e inteligente".
Otras iniciativas de 4 días a la semana
En Estados Unidos la empresa de educación online Treehouse inició en 2015 la jornada laboral de cuatro días pero un año después despidió a 22 trabajadores y tuvo que regresar a la jornada convencional.
Con más éxito la han implementado la también norteamericana Basecamp, que la pone en marcha la jornada de 32 horas del 1 mayo al 31 de octubre, como si de una jornada intensiva de verano se tratase.
También la neozelandesa Perpetual Guardian,especializada en servicios de planificación patrimonial, hizo una prueba en 2018 para sus 250 empleados y la acabado convirtiendo en realidad.
Andrew Barnes, fundador de Perpetual Guardian, dice que la semana de cuatro días "no es solo tener un día libre a la semana, se trata de brindar productividad y cumplir con los estándares de servicio al cliente, cumplir con las metas y objetivos personales y de equipo”. Para su fundador el auge de la economía del concierto representa una nueva era industrial, y asegura que “no hemos tenido una conversación sobre sus implicaciones para nuestra economía y sociedad”.
Cómo la jornada de 4 días a la semana podría tener éxito
La puesta de Barnes es tan firme que ha montado, junto a Charlotte Lockhart, la 4 Day Week Global Foundation para financiar la investigación sobre las prácticas de 4 Day Week y el futuro del trabajo y el bienestar laboral. Están asociados con el Centro de Investigación de Bienestar de la Universidad de Oxford, han publicado un informe técnico, y buscan generar datos e ideas útiles para compartir con las organizaciones que desean desarrollar sus propias políticas de productividad y flexibilidad.
Sus recomendaciones:
- Brindar a los empleados tiempo suficiente para pensar en cómo pueden trabajar de manera diferente y anímelos a proponer su propia medida de productividad.
- Alientar al personal a considerar cómo pueden organizar el tiempo libre dentro de los equipos sin dejar de cumplir con los imperativos comerciales y de los clientes.
- Comenzar con una prueba y contrata consultores / académicos externos para evaluar las medidas cualitativas y cuantitativas de éxito.
- Considerar la posibilidad de introducir una política de aceptación para empleados / departamentos de forma anual. Con un formulario de suscripción se puede realizar un seguimiento de las medidas de productividad de los empleados, así como vincularlo con los valores de la empresa.
- Establezcer metas y objetivos comerciales personales y de equipo claros.
- Considerar las diferencias de flujo de trabajo estacional y aegurarse de que la política pueda adecuacarse.
- Tener claro que el objetivo de la iniciativa es mejorar las cosas no solo en el contexto de la empresa sino también en lo que respecta a las obligaciones sociales más amplias.
"En muchas partes del mundo, se asume como dogma de fe que las largas horas de trabajo equivalen a una alta productividad. El problema es que simplemente no es verdad. Además, tener una semana laboral más corta supone menos problemas de salud y menores costes de atención médica, que hoy son asombrosos, tanto que en países como Japón o Corea tienen palabras como karoshi o kwarosa sólo para referirse a la muerte por exceso de trabajo", explica Jon Messenger es investigador de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un artículo de El Mundo.
Algunos países han intentado acortar por ley la jornada laboral sin mucho éxito. Suecia abortó la semana laboral de 30 horas en el sector público por los costes económicos que suponía la contratación de personal extra. Mientras, en Francia, la jornada semanal de 35 horas que aprobaron los socialistas en el año 2000 ha sido históricamente discutida por los empresarios y apenas se aplica en la práctica.
Desventajas de la jornada laboral de 4 días
Hay quien cuestiona que en un país como el nuestro donde la temporalidad es muy alta, acortar la jornada laboral podría tener consecuencias funestas para el empleo. Contratar a una persona por cuatro días, cobrando menos llevaría a una bajada de salarios en sectores ya de por si precarios. Por no hablar del problema de las horas extras, muchas sin remuneradas, que evidencia que algo no está funcionando bien.
Algunas empresas tendrían que cerrar 3 días (de viernes a domingo) o contratar más empleados y hacer horarios rotativos, por lo que no es tan sencillo aplicarlo por igual en todos los trabajos.
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