La noticia de que el PIB alemán se contrajo un 0,1% en el segundo trimestre de este año y las declaraciones de Jens Weidman, Presidente del Bundesbank, afirmando que Alemania podía caer en recesión en el tercer trimestre han hecho saltar todas las alarmas.
Si tenemos en cuenta el peso de la economía alemana en el mundo la preocupación no es para menos ya que Alemania es la mayor economía de Europa y la cuarta después de la de EE.UU., China y Japón.
En la zona euro la economía alemana representa el 29% del PIB conjunto de los 19 países que la integran y el 24,3% de su población.
Peso comparativo de las economías de la zona euro:
Datos Macro de los países miembro de la zona euro y algunas de las principales variables económicas:
Fuente:Datosmacro.com
El peso de la economía alemana es tan grande que lo que pase en ella puede determinar en gran medida la del resto de los países. De hecho, durante la crisis muchos economistas insistieron en la necesidad de que Alemania aumentase su gasto público para que impulsara la economía del conjunto de Europa. Tenía margen para ello, su deuda pública apenas superó el límite del 60% del PIB el año pasado y se preveía que este año su déficit público fuese del 0%. Al mismo tiempo su enorme superávit comercial, de casi el 7% en 2018 (un porcentaje superior al de China), terminaba de situarla en una posición inmejorable para realizar un gasto fiscal que hubiese permitido relanzar la economía europea.
Sin embargo, Alemania, que apenas notó la crisis, impuso unas políticas de austeridad que muchos analistas consideran que tuvieron efectos muy negativos y que retrasaron la recuperación europea comparándola con la de EE.UU.
Ahora, que parece que la crisis puede llegar a Alemania, su Gobierno se plantea dar un impulso a la economía mediante el gasto de 50.000 millones de euros, aunque todavía no se sabe si esta inyección se hará realidad y a dónde irá destinada la inversión. Las condiciones de Alemania para endeudarse y obtener financiación para esa inversión u otra aún mayor son óptimas porque su bono a 10 años cotiza a tipos negativos.
Evolución de la rentabilidad del Bono Alemán a 10 años:
¿Cómo afectará la recesión alemana a España?
Para España es especialmente importante lo que pase en Alemania. Según datos del ICEX de julio del año pasado, Alemania es el segundo cliente de España, después de Francia, además de ser el principal suministrador de nuestro país.
En 2018 el volumen total de comercio entre los dos países ascendió a más de 70.000 millones de euros, aproximadamente el 0,7% del PIB de España.
Si bien la balanza comercial es desfavorable para España no ocurre lo mismo con la balanza de servicios. En 2018 España exportó a Alemania servicios por valor de 12.929 millones de euros e importó por valor de 7.177 millones de euros con un superávit resultante de 5.753 millones de euros, según datos del Bundesbank. Dicho superávit se ha generado en su totalidad a partir de la balanza turística.
Los ingresos por turismo ascendieron en 2018 a 7.852 millones de euros y los gastos a 1.158 millones de euros, con un superávit de 6.694 millones de euros.
A raíz de estos datos es razonable pensar que si Alemania entra en crisis o se confirma la recesión o el bajo crecimiento, como parece lo más probable, nuestro país se resentirá.
